Esta leyenda se sitúa después de la creación del Cielo y la
Tierra; los dioses Izanagi e Izanami fueron los encargados de la
formación y la consolidación de este planeta, así fue como
comenzaron formando una serie de islas que se convertirían en lo que
hoy es Japón. Posterior a la creación de Japón, llegaría la
creación de los dioses.
Izanami da a luz a numerosos hijos, Kamis (dioses en japonés). Los
dioses nacidos de Izanagi e Izanami son simbolizan aspectos
importantes de la naturaleza y la cultura, son más de 8, 000,000
kamis.
Izanami muere trayendo al mundo al Kami del fuego, que la quema.
Izanagi, desconsolado por la pérdida de su mujer, emprendió un
viaje a Yomi “la tierra de los muertos”.
En el momento de su viaje al país de los muertos, Izanagi encuentra
Izanami, pero ésta le dice que no puede volver a la Tierra ya que ha
probado el alimento de este país y que encontrará una solución.
Además, le dice que no le mire en ningún momento, desgraciadamente,
Izanagi es demasiado curioso y no puede evitar mirarla y se da cuenta
que su hermosa mujer se había transformado en un demonio, era una
forma de carne en descomposición con gusanos y criaturas asquerosas
que se deslizaban sobre su cuerpo destrozado.
Izanagi huye gritando ruidosamente intentando volver a la vida y
abandonando a su esposa muerta. Fue perseguido por un sinfín de
criaturas, todas ellas guiadas por Izanami para atraparlo.
Pero Izanagi llegó rápidamente a la entrada y empujo un canto
rodado en la boca de la caverna, la cual era la entrada a Yomi.
Izanami gritó desgarradoramente, detrás de esta impenetrable
barricada, que si él no la dejaba salir ella destruiría a 1,000
residentes vivos cada día. Él furiosamente le contestó que
entonces el daría vida a 1,500.
Y de esta manera comenzó la existencia de la muerte, causada por las
manos de la orgullosa Izanami, la esposa abandonada de Izanagi.
HECHO POR: Carmen Martin Valdivieso
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